"Será composite al 80%, la cuestión será de qué (estará compuesta) el aparato de regreso", dijo.
Al mismo matizó que ahora trabajan con aluminio pero es necesario, "no solo hacer la nave sino hacerla competitiva".
Federátsiya —prosiguió con la explicación Solntsev— se hace con composite pero el aparato de lanzamiento se hace con materiales tradicionales.
La nave con la que trabaja la compañía rusa servirá para trasladar personas y cargamentos a la órbita terrestre y a la Luna.
La cabina está hecha para hasta cuatro personas y tiene un régimen de autonomía de 30 días y en el caso de órbita estacionaria de hasta un año.
El primer vuelo no tripulado de la nave está planeado para 2021 y el pilotado para 2023.