La mayoría de las grabaciones, publicadas en la cuenta del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (también conocido como LLNL), el cual es financiado por el Departamento de Energía de EEUU, estaba almacenada en archivos secretos. De acuerdo con los científicos de la entidad, "las cintas estaban ya a punto de desintegración".
"Emprendimos este proyecto justo a tiempo para guardar los datos", comentó el líder del equipo, el físico Greg Spriggs, en un comunicado oficial.
En total, existen más de 10.000 grabaciones de 210 ensayos nucleares secretos llevados a cabo por Washington durante los últimos 55 años. El equipo científico pasó alrededor de cinco años para digitalizar una parte del archivo. El jefe del proyecto agregó que el laboratorio necesitará de al menos otros dos años para escanear el resto de las cintas.