El resultado del concierto reabre heridas en la opinión pública argentina, que en 2004 se vio convulsionada por la Tragedia de Cromañón, un incendio en un concierto de la banda ‘Callejeros' en el que perdieron la vida 194 jóvenes y que resultó en la destitución del entonces jefe de Gobierno de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, así como el encarcelamiento del organizador del evento y el procesamiento judicial de los músicos.
La asociación civil "Familias por la Vida", que nuclea a los familiares de las víctimas de Cromañón y que ha militado por la seguridad en los espectáculos en Argentina tiene "una postura muy crítica con respecto a todos los hechos ocurridos en Olavarría", dijo al programa radial ‘En Órbita' de Sputnik Nilda Gómez, presidenta de la entidad.
"Nosotros hacemos un paralelismo bastante crítico, con diferencias obviamente, entre Cromañón y Olavarría. Para nosotros, en ambos casos hubo una mala y defectuosa organización, con responsabilidades muy claras que la justicia tendrá que determinar", aseveró la activista, quien teme que el asunto caiga en la "impunidad".
Para la activista, salvando las distancias entre ambas tragedias, la responsabilidad "es exactamente la misma", y debe ser compartida tanto por Solari —por incentivar la afluencia masiva- como por las autoridades locales, que permitieron el desarrollo del espectáculo.
Más: "Era muy difícil que la gente disfrutara del concierto del Indio Solari"
"No se trató de bengalas, se trató de decir ‘preparamos todo para cuidar a 150.000 personas, luego metemos 400.000 y el resto que se cuide solo'. Es bien clara la responsabilidad", expresó Gómez.
A pocas horas del final del concierto, el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, se deslindó de toda responsabilidad y afirmó que la ciudad esperaba 170.000 personas. Sin embargo, se difundió un audio en el que Galli comentaba que en la municipalidad "se generaban apuestas" para acertar cuántos espectadores irían e indicó que se hablaba de 350.000 visitantes.
Increíble como @ezequielgalli (intendente de Olavarría) sabiendo la magnitud del asunto meses antes no hizo nada para prevenir lo que paso pic.twitter.com/zAsChVHAON
— Boludeame, dale (@MinitaUtopica) 13 de marzo de 2017
Más tarde, también trascendió un vídeo en el que el intendente aparece negociando con los productores del show y los vendedores de cerveza sobre los puestos dentro del predio, cuando está prohibido vender alcohol en los recitales.
En Cromañón, el pago de sobornos para la habilitación dejó de manifiesto una trama de corrupción dentro del Gobierno de Buenos Aires, sumado a la ambición de los organizadores del evento. Por eso, Gómez indica que hubo "codicia y corrupción", y que esta situación se repite en Olavarría.
"Si vos te preparás para 155.000 personas y después en el municipio con tu gente estás hablando y apostando con tus compañeros o subalternos quién le acierta al número, y uno dice 250.000 y el otro 300.000, vos como intendente tenés que tener una idea clara de que más de 150.000 va a haber. Por lo cual se te va a generar un problema si el operativo sigue siendo para esa cantidad y vos no lo incrementás. Por eso también hay responsabilidad política", opinó la presidenta de Familias por la Vida.