Después de conocerse los resultados de las elecciones celebradas ayer en los Países Bajos, nación con la que Turquía sostiene un conflicto diplomático, Cavusoglu aseguró que no hay diferencias entre los partidos, ya que todos tienen la misma mentalidad "fascista".
En los últimos días han surgido acusaciones por parte de Ankara hacia Ámsterdam y Berlín, por haber impedido que altos funcionarios turcos realicen mítines en sus territorios a favor de la reforma constitucional que se votará en el país otomano el 16 de abril y que busca convertir a Turquía en una república presidencialista.
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