Ernesto Alonso, soldado en la guerra y referente del Centro de Excombatientes en Islas Malvinas de La Plata (CECIM), hizo un homenaje a Dante Pereira, un amigo suyo de la infancia que también fue enviado a luchar en el archipiélago. Con apenas 20 años, Pereira dejó su vida en defensa de la soberanía argentina y fue identificado por llevar una placa con sus datos.
Más: El Gobierno de las Islas Malvinas, en alerta por visita de delegación argentina
"Todos estos jóvenes que murieron tenían un proyecto de vida; eran hinchas de un club; tenían una novia, una madre, una familia. Lamentablemente la guerra les truncó la vida. Dante fue uno de los compañeros que murió", dijo Alonso antes de quebrarse en llanto al recordar a Pereira, amigo desde la primaria.

"Murió el 11 de junio de 1982 y fue reconocido posteriormente después de esos días. Es una particular visita con todos ustedes, por eso surge tanta emoción. Queremos que así como Dante el resto sea identificado", prosiguió.
Luego, invitó a todos los presentes a "recordarlos con alegría, porque eran jóvenes". Por eso, instó a "un minuto de aplausos", en lugar del tradicional silencio de los homenajes a personas fallecidas.
"A todos los compañeros aquí presentes los recordamos con alegría", repitió Alonso en medio de la ovación de la comitiva.
Más: Cruz Roja prepara misión en Malvinas para identificar caídos argentinos

"No los olvidaremos jamás, como no olvidaremos a nuestros 30.000 compañeros detenidos desaparecidos. Ellos, los 30.000 detenidos desaparecidos, están presentes. Ellos están aquí. Seguiremos luchando todos por la soberanía, la memoria, la verdad y la justicia", dijo la Madre de Plaza de Mayo.
Más: Cancillería argentina se reunió con familiares de caídos en la guerra de Malvinas
El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, recordó a figuras de la lucha por los derechos humanos que no pudieron acudir a esta cita y que en la época de la dictadura "tuvieron el coraje de entrar de prepo a los cuarteles a rescatar información".
"Hay que parar el cuerpo para que lo alcance el alma. Me parece que eso es la fuerza del espíritu y la conciencia", expresó Pérez Esquivel.
En el servicio memorial también se leyó un poema escrito por Gustavo Casa Rosendi, escritor de la ciudad de La Plata que luchó en la Guerra de Malvinas.
"Le hablé al viento como si el viento pudiera escuchar. Los huesos no te olvidan: ellos tienen que saber cómo te llamás. Ahora que vamos a escarbar como si fuéramos tu perro más querido, ahora que el viento se enoja como en aquellos días en que todos nos perdimos, vamos a encontrarnos con tu paz. Con la nuestra. Solamente saber quién eras, qué hacías. Necesito tu nombre, aunque no te haya conocido. Te quiero entero, compañero, porque es la única manera que tengo también para encontrarte", declamó una integrante de la comitiva.

Finalizado el acto, la delegación viajó hasta el Cementerio de San Carlos, donde yacen las víctimas británicas. Allí depositaron una placa pidiendo por la paz y el diálogo directo con los isleños.