Temer se refirió a la reforma justo en el día en que Brasil celebra cientos de manifestaciones, actos de protesta y huelgas contra la medida, considerada uno de los puntales de su política económica.
"No va a quitarle derechos a nadie, quien tiene derechos ya adquiridos aunque esté trabajando no perderá nada de lo que tiene", dijo Temer en un acto en Brasilia, tratando de calmar los ánimos.
En este sentido el presidente remarcó que es mejor llevar a cabo medidas populares que populistas, porque aunque no tenga un aplauso inmediato tendrán "reconocimiento posterior".
"No podemos hacer una cosa modestísima ahora para dentro de cuatro o cinco años tener que hacer como Portugal, España, Grecia y otros países que tuvieron que hacer un corte mucho mayor porque no planificaron si futuro", avisó.
Temer dijo estar abierto a realizar algunas modificaciones en el texto que ya se está tramitando en el Congreso Nacional, pero remarcó que es importante mantener la esencia de la reforma.