Según la cancillería ecuatoriana, dicha acción "supone una clara violación de las normas internacionales sobre eliminación y no proliferación de las armas nucleares y de sus sistemas vectores, lo cual constituye una gravísima amenaza a la paz y la seguridad internacionales".
En un boletín, el Ministerio de Relaciones Exteriores señaló además que Ecuador, "desde su profunda vocación de paz y en consonancia con su mandato constitucional, condena el desarrollo y el uso de armas de destrucción masiva".
Y destacó más bien su apoyo a "todos los procesos en marcha en el marco de Naciones Unidas para negociar un instrumento jurídicamente vinculante de prohibición de las armas nucleares con miras a su total eliminación".
De allí que hizo un llamado a Corea del Norte y a todos los estados "poseedores de armas de destrucción masiva, en particular armas nucleares" a "fortalecer y universalizar los esfuerzos para erradicar las armas nucleares y todas las armas de destrucción masiva del planeta".
Además, Ecuador pide a todos los estados adherirse a los instrumentos multilaterales "relevantes en la materia" y cooperar "plenamente" con los organismos internacionales y sus sistemas de regulación y control.
Esto con el fin de "transparentar" el desarrollo de la tecnología avanzada y contribuir "no solo a la utilización pacífica de la energía nuclear, sino al uso pacífico del espacio ultraterrestre y a avanzar en el camino hacia un mundo libre de armas nucleares".
El pasado 6 de marzo, Corea del Norte lanzó cuatro misiles balísticos, de los que tres cayeron en la zona económica exclusiva de Japón.
Según el Ministerio de Defensa nipón, los misiles alcanzaron un área del mar de Japón situada entre 300 y 350 kilómetros al oeste de la península de Oga, prefectura de Akita, sin causar daños materiales.