Ministro reitera que el Gobierno ruso nunca apoyó el dopaje en el deporte

"Puedo asegurarlos a todos que el Gobierno ruso no apoya ni nunca apoyó ninguna actividad relacionada con el dopaje en el deporte", dijo al intervenir en el Simposio Anual de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA).

El ministro señaló que el informe de Richard McLaren, que desembocó en la suspensión de parte de la selección olímpica rusa y de toda la paralímpica en los Juegos de Río 2016, "no contiene pruebas suficientes, una opinión con la que se solidarizaron las federaciones internacionales y el Comité Olímpico Internacional".

Señaló que a Rusia no le queda claro cómo la WADA podía creer los testimonios del exjefe del laboratorio antidopaje de Moscú, Grigori Rodchenkov.

Kolobkov señaló que Rodchenkov es "un mentiroso al que no se le puede creer".

Afirmó que la suspensión de los deportistas rusos olímpicos y paralímpicos "limpios" de las competiciones es una verdadera tragedia.

​"Es una verdadera tragedia que a los deportistas rusos limpios los priven de la participación en las competiciones de atletismo y paralímpicas", dijo el titular, agregando que lo asegura en calidad de antiguo deportista.

Según Kolobkov, "esa medida va en contra no solo de los principios olímpicos, sino además de los principios morales básicos".

La WADA inició en 2015 una investigación contra los deportistas rusos basándose en informaciones del exempleado de RUSADA, la agencia rusa antidopaje, Vitali Stepánov, y su mujer, la atleta Yulia Stepánova, sobre el supuesto uso de sustancias prohibidas en el deporte ruso.

Las pesquisas realizadas por el controvertido abogado canadiense Richard McLaren llevaron a la suspensión de los atletas rusos de los Juegos Olímpicos que acogió Río de Janeiro entre el 5 y el 21 de agosto de 2016 y del equipo paralímpico ruso en ese evento.

"Estamos dispuestos a cooperar con la WADA, nos une un objetivo, que los deportistas rusos, desde los menores hasta los miembros de los equipos principales, estén libres de dopaje", subrayó Kolobkov en el simposio anual de esa organización.

Siete meses después de concluir las Olimpiadas, la WADA admitió que el informe de McLaren carecía de evidencias para culpar de dopaje a los deportistas rusos.

En septiembre de 2016, el grupo de hackers Fancy Bear que promueve el deporte limpio, destapó varios casos de dopaje en el deporte estadounidense.

Los ciberactivistas revelaron que la estadounidense Simone Biles, medalla de oro en Río de Janeiro 2016, usó sustancias prohibidas en plena competición con el visto bueno de la WADA.

El escándalo de dopaje salpicó también a otros deportistas estadounidenses, entre ellos las tenistas Serena y Venus Williams, los ciclistas Chris Froome y Bradley Wiggins (medalla de oro en Río), la jugadora de baloncesto Elena Delle Donne (medalla de oro en Río).