"Irán quiere y puede aprovechar el aumento de los precios petroleros más que la mayoría de los grandes países productores, y aunque es posible que esté jugando con otros grandes productores, no afectará el gradual aumento de los precios en las condiciones actuales", dijo Matzke a Sputnik.
Comentó que "creer que Irán sea tonto solo será otro gran desacierto más de los muchos en que caímos respecto a Irán".
También 11 proveedores importantes que no son parte del cartel petrolero, entre ellos Rusia, quedaron en bajar la producción en un total de 558.000 barriles diarios durante el primer semestre de 2017, con posibilidad de prorrogar este acuerdo.
Rusia aceptó disminuir su producción petrolera en 300.000 barriles diarios.
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A la vez, algunos países se afianzaron ciertos privilegios: en particular Libia y Nigeria —miembros de la OPEP— no tendrán que reducir su producción, mientras que Irán tiene el derecho a elevar la suya a 3,975 millones de barriles diarios, aunque en el primer semestre de 2017 el promedio no debe superar los 3,797 millones.