El novedoso caza MiG-35 —avión polivalente de la generación 4++, que entrará en servicio en 2018— podrá usar cualquier tipo de munición aérea de las que disponen las Fuerzas Aeroespaciales rusas, incluso armas láser, declaró el director ejecutivo del consorcio MiG, Ilia Tarasenko.
"Los 'ojos' de los aparatos aéreos son diferentes tipos de sensores ópticos. Las armas láser permiten deshabilitar estos componentes así como crear interferencias reduciendo por completo las ventajas de los [Ejércitos] occidentales en electrónica", dijo.
Añadió que en este caso no se trata de los láser "al estilo de Star Wars que destruyen a las naves" enemigas porque este tipo de armas requieren de aviones de mucho mayor tamaño. Profundizó que si bien estos láseres no pueden generar una potencia enorme para destruir blancos enemigos, sí pueden causar daño irreversible a sus dispositivos electrónicos.