"Hablando en privado, algunas empresas tecnológicas dijeron que esta cooperación era improbable, argumentando que había barreras tanto morales como legales para trabajar con el Sr. Assange, que desde hace tiempo es una figura que divide a los del Silicon Valley", escribe el periódico.
Reconociendo la validez de tales herramientas, las autoridades admitirían que los productos de las principales compañías tecnológicas de EEUU son objeto de piratería informática, prosigue el diario.
Algunos en Silicon Valley sospechan que Assange trata de consolidar su reputación entrometiéndose en la relación de la industria tecnológica de EEUU con el gobierno.
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El representante de una empresa dijo al periódico que la política corporativa es no trabajar con "malos actores", categoría en la que incluyó a WikiLeaks.
El periodista se encuentra asilado en la embajada de Ecuador en Londres desde que perdió las apelaciones a un pedido de extradición formulado por la fiscalía sueca para juzgarlo por delitos sexuales.
El martes, WikiLeaks publicó la primera entrega del llamado proyecto Vault 7: más de 8.700 documentos que apuntan a que la CIA dispone de programas para hackear dispositivos conectados a internet, entre ellos ordenadores, teléfonos móviles iOS y Android y hasta televisores inteligentes.