Los ocho jueces de la Corte Constitucional surcoreana ratificaron la destitución de Park, decidida el pasado 9 de diciembre por el Parlamento en medio de un gran escándalo de corrupción.
"Al confirmar el 'impeachment', la Corte Constitucional no busca desestabilizar, sino, por el contrario, estabilizar la situación en el país, enmarcarla en un proceso constitucional normal", sostuvo Zhebin.
Explicó que la Carta Magna prevé este tipo de casos, por lo que una demora o un rechazo a apoyar la decisión del Parlamento y la voluntad del pueblo habría podido ocasionar una grave desestabilización de la sociedad surcoreana.
Según Zhebin, Park fue una presidenta bastante pasiva, lo que desde hace mucho tiempo ha provocado el descontento popular.
"La decisión sobre el 'impeachment' es la etapa final del descontento acumulado por su política social y económica, por su comportamiento en momentos trágicos para el país, así como por su política en materia de las relaciones intercoreanas que también resultó ineficaz y solo agravó las relaciones entre Seúl y Pyongyang", explicó.
Recordó además que Park habría de todos modos dejado la presidencia en febrero de 2018 tras las elecciones programadas para diciembre de este año.
Más aquí: Primer ministro surcoreano convoca al Gobierno tras la destitución de Park
En Corea del Sur "hay muchas otras controversias, muchos problemas de política interior y exterior, y en esta situación es necesario llevar al poder a un nuevo presidente legítimo y a un nuevo Gobierno para resolver los problemas existentes, en vez de permanecer en esta incertidumbre política hasta febrero próximo", concluyó Zhebin.