En concreto se trata de la acusación de que Lula y su mujer Marisa Letícia habrían recibido de la constructora OAS un apartamento en Guarujá (estado de São Paulo), que sería una especie de regalo por todos los servicios prestados.
En declaraciones por videoconferencia al juez Moro, encargado de juzgar a Lula en la Operación Lava Jato, Meirelles se limitó a decir que durante los años junto al expresidente él se encargaba únicamente de los asuntos relacionados con el Banco Central.
"Mi relación con el presidente Lula estaba totalmente volcada a asuntos relativos al Banco Central y a la política económica y en esta interacción nunca vi ni presencié nada que pudiera ser identificado como ilícito o ilegal", aseguró a preguntas de los abogados de Lula.
Anteriormente, testificó ante Moro el exministro de Desarrollo de la Industria y del Comercio Exterior durante los gobiernos de Lula, Luiz Fernando Furlan.
Furlan dijo haber participado en 126 misiones internacionales para promover inversiones en Brasil y que en 12 o 15 de esos viajes acompañó al ex presidente Lula, remarcando que nunca verificó irregularidades en esos eventos.