"Buscando apoyar la industria nuclear el Gobierno de Abe trata de ofrecer una imagen falsa, declarando que pese a las consecuencias de la catástrofe, la vida en Fukushima podría ser normal", aseveró el director ejecutivo de Greenpeace Japón Yuko Yoneda, citado en un comunicado de la ONG.
Dentro de un año más, cesarán los pagos de compensaciones a los habitantes de estas regiones.
Además, el Gobierno de Japón anunció que en 2017 se abrirán por primera vez a la residencia algunas de la zonas más contaminadas de la zona de exclusión (zona 1 y zona 2).
El 11 de marzo de 2011 Japón vivió uno de los accidentes nucleares más graves de la historia tras un terremoto de magnitud 9,0 y un posterior tsunami.
Los núcleos de varios reactores de la central de Fukushima se fundieron debido al corte de la electricidad que alimentaba los sistemas de refrigeración.