Citó como ejemplo los intentos de amnistiar las donaciones en dinero negro a los partidos políticos que promovieron diversos diputados en el Congreso Nacional, según declaró en una entrevista con el diario Valor Económico.
Algunas de esas ramificaciones de la Lava Jato han acabado metiendo en la cárcel a cargos tan importantes como el ex gobernador de Río de Janeiro Sérgio Cabral (Partido del Movimiento Democrático de Brasil), que en un principio no tenía relación directa con el esquema que se investigaba en torno a Petrobras.
"Lo que se ha hecho hasta ahora es difícil que se pierda, porque ya hay varias condenas, personas en la cárcel, cientos de millones recuperados y restituidos a Petrobras (…) la cuestión es hasta dónde se puede ir", dijo.
En este sentido no quiso poner fecha para finalizar los trabajos de la Lava Jato, ya que hay investigaciones en marcha cuya conclusión es "más imprevisible", pero a pesar de todo recordó que el tiempo de duración de una acción penal hasta el juicio es mucho menor, va de seis meses a un año.
Un ejemplo fue la divulgación de la conversación telefónica privada entre Lula y al entonces presidenta Dilma Rousseff, cuando Lula acababa de ser nombrado ministro de la Casa Civil; Moro no tenía potestad para filtrar un audio de personas con foro privilegiado y más tarde acabó pidiendo disculpas.
En cualquier caso en esta ocasión no hizo autocrítica: "No veo con calidad excesos; por la dimensión de los delitos que se están investigando y por su carácter sistemático no veo ninguna cosa que pueda describirse como exceso", aseguró.