Carlos Roberto Licona, de 45 años y natural de Tejas, fue detenido en el aeropuerto de Glasgow en agosto de 2016.
"Tomé unas cervezas en el almuerzo de ayer con el resto de la tripulación y otras pocas más con la cena", declaró entonces a los agentes de la policía escocesa.
Sin embargo, pruebas de aliento y sangre detectaron una presencia de alcohol siete veces por encima del límite reglamentario.
Su detención ocasionó un retraso de más de nueve horas hasta que se movilizó un reemplazo que pudiera copilotar el avión.
El acusado admitió su culpabilidad en un juzgado de la localidad escocesa de Paisley este viernes 10.
Sus abogados no consiguieron evitar la cárcel para el piloto que, según alegaron ante el magistrado, está siguiendo un tratamiento contra la dependencia del alcohol.
Un portavoz de la aerolínea estadounidense señaló que exigen "los más altos estándares de todos nuestros empleados".
"Este piloto fue inmediatamente apartado de servicio y funciones de vuelo en 2016", añadió United Airlines en un comunicado.
Licona infringió la legislación de Seguridad en el Transporte cuando subió ebrio al Boeing 757 que debía copilotar el verano pasado.