"Se requiere un canal para hablar con ellos, para negociar con ellos. Y, mientras, tenemos que examinar lo que necesita el gobierno de Corea del Norte", dijo Razak, citado por el diario digital The Star.
También aseguró que 11 malasios retenidos por Corea del Norte en respuesta están a salvo.
"Su seguridad no suscita preocupación", afirmó.
Las relaciones de Malasia y Corea del Norte entraron en crisis tras el asesinato en el aeropuerto de Kuala Lumpur del hermanastro mayor del líder norcoreano, Kim Jong-un.
Kim Jong-nam, de 45 años, quien viajaba con pasaporte a nombre de Kim Chol, murió envenenado después de que dos mujeres —ambas detenidas— le rociaran la cara con el agente neurotóxico VX en el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur el 13 de febrero.
Corea del Sur declaró desde un principio que el asesinato es obra de "agentes del Norte".
El embajador norcoreano en Kuala Lumpur, Kang Chol, acusó a las autoridades malasias de conspirar con Corea del Sur en la investigación del caso, tras lo cual fue declarado persona non grata.
El gobierno malasio también prohibió temporalmente la salida de ciudadanos norcoreanos residentes en el país.
Corea del Norte respondió simétricamente a ambas medidas.