Para Gabriel Collins, experto militar citado por The New York Times, esta situación "es como tener al equipo rival de fútbol usando el campo de práctica contiguo".
"Ellos pueden ver algunas de tus jugadas. Pero por otro lado, la oportunidad de espiar funciona de lado y lado", explica Collins, extendiendo su analogía deportiva.
Las autoridades chinas le han restado importancia al hecho, y han señalado que la base militar servirá para apoyar las operaciones contra la piratería que Pekín lleva realizando junto a otros países por varios años en el golfo de Adén.
"Esta instalación de apoyo será usado sobre todo como punto de descanso y rehabilitación para los militares chinos que acompañan embarcaciones civiles en el golfo de Adén, para apoyar operaciones pacíficas de la ONU y con fines humanitarios", señaló el Gobierno chino en un comunicado oficial.
China también insistió en que su primera base militar fuera de su territorio no marca el final de la estrategia de Defensa del gigante asiático, ni mucho menos el inicio de una expansión militar o una carrera armamentista.
"#China tiene su propia agenda y no bailará al son que le marque #Washington" https://t.co/OSjgBmKow9 pic.twitter.com/tNZpZMhhXS
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 6 марта 2017 г.
Sin embargo, EEUU no puede dejar de preocuparse por el crecimiento militar y económico de China en todo el mundo, de acuerdo con The New York Times.