Los habitantes de la ciudad de Onoway, en Canadá, se vieron asombrados cuando de los grifos de sus casas el agua salía de un color rosado casi fluorescente. Las autoridades municipales afirmaron que el fenómeno era causa de un derrame accidental de permanganato de potasio en el tratamiento de potabilización del agua.
A miles de kilómetros, en el lago salado de Westgate de Melbourne (Australia), los locales pudieron ver casi simultáneamente cómo el agua tomaba un color similar.
"El lago salado del parque Westgate se tiñó de rosado nuevamente: es un fenómeno natural en respuesta a los niveles de salinidad muy altos, las temperaturas también altas, la luz solar y una escasez de lluvias. Las algas que crecen en la capa salina en el fondo de lago producen el pigmento rojo (betacaroteno) como parte de su proceso de fotosíntesis y en respuesta al altísimo grado de salinidad", explicó el departamento de Parques del estado de Victoria.
Este espectáculo no durará para siempre, ya que se espera que las aguas retomen su color normal en el invierno, cuando haya más lluvias y bajen las temperaturas.
"Disfruten la temperatura, pero les recomendamos que no entren en contacto con las aguas", indicó en una publicación de Facebook la autoridad de guardaparques.
Algunos comentarios en la publicación tomaron el lado gracioso del asunto: "¿Tengo que dejar de decirles a mis hijas que hay Barbies que orinan allí? Lo llaman ‘el lago con orina de Barbies'", respondió una usuaria.
Otros usuarios apuntaron al hecho de que el color rosado se intensificó con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. "Creo que tenemos un parque feminista", bromeó una internauta.