Tereshkova, la verdadera guardiana de la cosmonáutica rusa

La primera mujer cosmonauta, Valentina Tereshkova, sigue siendo un modelo a imitar para muchos en la industria espacial rusa y mundial. La admiran y la respetan por su contribución diaria a la consecución de los planes espaciales de Rusia. Pese a su edad, sigue trabajando incansablemente para mejorar la cosmonáutica. En la actualidad, ejerce como vicepresidenta del Comité para Asuntos Internacionales de la Duma Estatal —Cámara Baja del Parlamento ruso—.

"La amamos y la respetamos enormemente. Valentina ayuda, desde hace muchos años, al Centro de Entrenamiento de Cosmonautas. Visita el lugar donde murió Gagarin. Es una persona maravillosa y muy amable, fiel a las tradiciones del Primer Equipo de Cosmonautas", declaró el jefe del Centro Gagarin, Yuri Lonchakov.

La enorme experiencia y el profundo conocimiento de los asuntos de la cosmonáutica tripulada que atesora Tereshkova son cruciales para solucionar cuestiones importantes de la Ciudad de las Estrellas —localidad ubicada al noreste de Moscú donde se entrenan y viven junto a sus familias los cosmonautas, y que también alberga el Centro Gagarin—.

"Por ejemplo, en la etapa inicial de la creación del consorcio espacial Roscosmos, hubo varios puntos imprecisos respecto al Centro Gagarin. [Ahora] puedo decir que, gracias al grupo de trabajo encabezado por Valentina Tereshkova, […] la ley de creación del consorcio menciona las responsabilidades específicas del Centro de Entrenamiento de Cosmonautas, con las que ahora cumplimos", precisó Lonchakov.

Además, Tereshkova contribuye notablemente a la solución de problemas de su región natal, la óblast de Yaroslavl. A menudo visita orfanatos, donde realiza espectáculos y lleva regalos.

"Desde temprano por la mañana hasta última hora de la tarde de cada día que vive para el bien de otras personas, las cuida. Muy pocos lo consiguen", manifestó Lonchakov.