Próximamente, los S-300 se unirán a los sistemas antiaéreos de fabricación nacional persa, Mersad y Talash, para "garantizar la seguridad del cielo iraní a un nivel alto", según los militares iraníes.
Las pruebas se efectuaron en el marco de los ejercicios Damavand, durante los cuales los militares iraníes valoraron la capacidad del complejo que se manifiesta en lanzamientos contra "una amplia gama de objetivos aéreos", incluyendo misiles.
El contrato acerca de los suministros de sistemas S-300 a Irán fue firmado en 2007, sin embargo su cumplimiento fue suspendido el 9 de junio de 2010 cuando fue aprobada la resolución 1929 de Naciones Unidas que vetó la entrega de armas modernas a Irán, incluso misiles y sistemas de misiles. El año pasado el veto fue levantado a raíz de la firma del acuerdo nuclear iraní.
A mediados de diciembre de 2016 el embajador persa en la Federación Rusa, Mehdi Sanai, informó que Rusia concluyó los suministros de sistemas S-300 a Irán.