"No puedo no referirme a las palabras difundidas hoy por los medios: todo esto parece una caza de brujas; o los tiempos de macarthismo, que, según pensábamos, en EEUU ya eran pasado, tal como en un país civilizado", dijo.
"Las relaciones se mantienen a través de reuniones, negociaciones, contactos tanto con funcionarios como con parlamentarios, figuras públicas, organizaciones no gubernamentales, y nadie jamás había cuestionado esta práctica".
El diario The Washington Post afirmó esta semana que el fiscal general de EEUU, Jeff Sessions, habló dos veces en 2016 con Kisliak.
Según el rotativo, Sessions no desveló este hecho al ser preguntado sobre contactos entre Moscú y el equipo de Donald Trump antes de su confirmación como secretario de Justicia en el Congreso.
CNN, a su vez, informó citando fuentes propias que los servicios de inteligencia de EEUU consideran a Kisliak un "espía y reclutador".
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, calificó de vergonzosas las acusaciones de este tipo, mientras que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, llamó a ignorar los rumores en los medios de EEUU sobre el embajador ruso.