Miguel Blesa fue presidente del consejo de administración de Caja Madrid de 1996 a 2009, años en los que la entidad (posteriormente convertida en Bankia) repartió entre sus directivos unas tarjetas cuyos movimientos se ocultaban al fisco.
En total, los directivos y consejeros de la entidad, la mayoría representantes de partidos políticos o sindicatos, gastaron más de 15 millones en asuntos personales con esas tarjetas opacas.
"El montante de dinero que representaba el uso de esas tarjetas no se incluía dentro de las relaciones contractuales ni figuraba en el certificado de que Caja Madrid facilitaba cada año para que sus directivos realizaran sus respectivas declaraciones de la renta", explica la sentencia.
Además de Miguel Blesa, en este caso resultó condenado como uno de los máximos responsables de la trama Rodrigo Rato, histórico dirigente del Partido Popular y exdirector del FMI que presidió la entidad bancaria entre 2010 y 2012.