Más temprano el diario Washington Post informó que el entonces senador por Alabama y hoy fiscal general de EEUU, Jeff Sessions, habló dos veces, en julio y septiembre de 2016, con el embajador ruso en Washington pero no lo desveló en el Congreso cuando le preguntaron, antes de su confirmación como secretario de Justicia, sobre los contactos entre Moscú y el equipo de Donald Trump.
La líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ya exigió la renuncia de Sessions.
"Obviamente primero eso se hace para cortar todos los contactos con Rusia y segundo, para enviar a Rusia una señal de que no habrá un reinicio de las relaciones, lo que esperaba Moscú", dijo a Sputnik.
Fenenko destacó que EEUU está aumentando la tensión respecto a Rusia constantemente.
"Ya es el segundo escándalo relacionado con Kisliak y el factor de Rusia, podrían ofrecerles que dimitan, y con esto se acabaría, pero en lugar de hacerlo se saca a debate público", señaló.
El experto destacó que si Sessions no renuncia a su cargo "siempre habrá una sombra de sospechas sobre él" y sus acciones serán limitadas.
El diario The Washington Post reportó previamente que Flynn había tratado con el diplomático ruso el tema de las sanciones impuestas a Rusia por supuesta injerencia en el proceso electoral en EEUU.
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Funcionarios citados por el periódico calificaron de "incorrectas" las consultas, pues podrían haber enviado al Kremlin una señal sobre la suavización de las restricciones decretadas por la Administración Obama.