El año pasado, el gigante ruso Gazprom suministró una cantidad récord de gas a la UE, contribuyendo con al menos el 34 % del gas consumido en Europa.
Dadas estas circunstancias, los legisladores de la UE han tratado de diversificar sus importaciones con GNL procedente de EEUU y Catar.
Sin embargo, estos intentos han fracasado debido a la falta de contratos y los altos precios fuera del mercado europeo.
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"Seguramente Rusia permanecerá como el proveedor más grande de Europa por lo menos durante dos décadas más", dijo el jefe de Economía para Rusia y los países de la CEI de la empresa británica BP, Vladímir Drebentsov, citado por la agencia Bloomberg.
Asimismo, varios economistas coinciden en que ni siquiera el incremento de los suministros de otros países lograrán arrebatarle a Rusia su posición, dado que los precios de Gazprom se ajustarán en el caso de una repentina afluencia de GNL de otros países.
"Aquí habrá espacio para ambos: el GNL y el gas ruso", destacó, citado por el medio, el director de la compañía BMI Research, Christopher Haines.