Este delito informático puede tener serias consecuencias en el bienestar mental de las víctimas e incluso llegar a tener ramificaciones trágicas como el asesinato, el abuso sexual efectivo o el ingreso a redes de trata de personas. Para simplificarlo en pocas palabras, se puede definir como "un acoso sexual virtual" dirigido a "niños, niñas y adolescentes", explicó al programa 'Zona Violeta' de Sputnik el abogado Hernán Navarro, director de la asociación civil 'Grooming Argentina'.
"Son los distintos mecanismos que utiliza un perverso, un pedófilo o técnicamente un ‘groomer', que se gana la confianza de los chicos a través de cualquier medio tecnológico para llevar adelante un beneficio sexual. Este tiene que ver con la obtención de algún material como una foto o un video y después con ese mismo material se extorsiona a la víctima", comentó Navarro.
Por último, comienza la extorsión, con "un pedido de encuentro personal" en los casos más graves. Es en este punto donde se puede concretar un abuso sexual, la desaparición de la víctima o su inserción en redes de trata.
Hay "dos perfiles de victimario": uno que "desaparece una vez que consigue lo que quiere" y otro "que sigue hostigando en busca de más material". Así, el ‘grooming' se relaciona con la pornografía infantil, "una problemática que va camino a ser más rentable que el narcotráfico", según el abogado. El material puede ser luego difundido en la ‘deep web' en redes de pedófilos.
"El chico no ve los peligros, no porque no quiera sino porque no puede. Por otro lado, hay un mundo adulto que no se ha logrado involucrar en relación a los medios tecnológicos, sobre todo al entorno digital", indicó Navarro.
Este desconocimiento del tema por parte de los adultos —no solo padres y madres, sino también educadores o agentes policiales y judiciales— lleva a que no estén alerta de la gravedad de la situación: "No podemos denunciar algo que no conocemos", enfatizó el activista. Por eso, la entidad hace especial hincapié en la capacitación en el ámbito familiar y educativo.
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Cuando los chicos, especialmente en la edad adolescente, manifiestan "nerviosismo" si les llega un mensaje de texto o lo ocultan si son interrogados al respecto"; están conectados hasta altas horas de la noche; tienen fluctuaciones notorias en el humor y una baja en el rendimiento escolar, los adultos deben encender sus alarmas ante un posible escenario de ‘grooming'.
"La capacitación es fundamental en este sentido. Nos hemos acostumbrado a que sean los chicos los que nos eduquen a los adultos en relación a la tecnología. Lamentablemente estamos invirtiendo los roles, porque los chicos tienen la destreza pero no tienen el conocimiento y los cuidados que tienen que darles los adultos", indicó el director de la entidad, pionera en la región y con una red de más de 200 voluntarios que brindan talleres, realizan campañas y ofrecen contención y apoyo a las víctimas.
También está la cuestión de la edad con la que se empieza a usar las redes sociales. En el caso de Facebook, la empresa solo habilita la apertura de perfiles para mayores de 13 años, aunque muchas veces los niños más pequeños tienen cuentas con el beneplácito de los padres. Con su programa "Familia Conectada", la entidad busca la construcción de una "ciudadanía digital responsable" en todos los niveles.
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Dada la novedad del delito, no está tipificado en varios países. En Argentina, una ley de 2013 incluyó el grooming dentro del Código Penal, con una pena que va de los seis meses a los cuatro años de prisión. Sin embargo, según la organización, hay algunas ambigüedades en la redacción de la ley que dificultan su efectiva aplicación. En Chile también está reconocido el delito, en España hay fallos al respecto y en países como México y Uruguay se está trabajando para avanzar en la materia.
