A modo de ejemplo, el artículo expone el caso de Arnaud Zajtman, un periodista belga que trabajó para la BBC y después para France 24. Según los datos publicados, la inteligencia alemana habría estado escuchando sus conversaciones telefónicas desde 2006.
Un total de, como mínimo, 50 teléfonos de periodistas y redacciones han estado bajo supervisión del BND durante varios años, especifica Der Spiegel.
En la lista también aparecen algunos contactos de The New York Times en Afganistán, así como los números telefónicos de Reuters en Afganistán, Pakistán y Nigeria, agencias de Kuwait, Libia, la India y uniones de periodistas en Nepal e Indonesia.
La organización internacional Reporteros Sin Fronteras (RSF) ya calificó el incidente como "un ataque aterrador a la libertad de prensa" y "una violación sin precedentes de la Constitución".
"La libertad de prensa es algo que no concede el Gobierno alemán por obra y gracia, sino un derecho humano inviolable que también se aplica a los periodistas extranjeros", opinó al respecto el director de RSF en alemania, Christian Mihr.
Diferentes organizaciones civiles alemanas aún se encuentran en espera de los resultados de la investigación que realiza un comité parlamentario especial sobre los casos de espionaje en los que está involucrado el BND. Se trata de un programa de espionaje revelado en 2013 por el ex analista de la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU, Edward Snowden. El resultado de algunas pesquisas llevaron incluso a declarar a la canciller alemana Angela Merkel que desconocía completamente de este programa.