Las pruebas llevadas a cabo en el sur del país demostraron la capacidad de los misiles interceptores Tamir, fabricados parcialmente en colaboración con Washington bajo el acuerdo pactado en 2014.
Varios organismos norteamericanos formaron parte del proceso de la modernización del sistema antimisiles israelí, entre ellos, el Ministerio de Defensa, la Agencia de Defensa Antimisiles y Raytheon, la empresa estadounidense y uno de los contratistas militares más grandes del país.
Las pruebas de la Cúpula de Hierro, junto con las del sistema antimisiles Honda de David, realizadas en enero, "fortalece las capacidades del Estado de Israel contra los misiles de corto y medio alcance", según Moshe Patel, director de la Organización de Defensa Antimisiles israelí.