"Estas estructuras —que alcanzan los 10 metros de alto y los 20 de largo— se parecen a las que suelen albergar los misiles tierra-aire. Es lógico concluir que esa será su misión", dijo uno de los representantes de la inteligencia norteamericana en una entrevista exclusiva con la agencia Reuters.
Los agentes también comunicaron que, construyendo estas infraestructuras, Pekín quiere ver cómo reacciona la Administración Trump.
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A este respecto, aseguraron que la respuesta de EEUU también será de naturaleza política, "algo que no conduzca a una escalada militar en esta área estratégica".
Los intereses de Pekín y Washington chocan en esta región, en la que China tiene disputas territoriales con Filipinas, Taiwán, Malasia, Brunéi y Vietnam.