"Estamos dispuestos a establecer el diálogo equivalente con Bruselas en todos los problemas de seguridad global y regional y esperamos que el Consejo Rusia-OTAN que reanudó su labor en el año 2016 contribuya a este proceso", dijo Shoigú.
Según el ministro, Rusia y la OTAN podrían lograr éxito en la lucha conjunta contra el terrorismo internacional, ante todo en la lucha contra la propagación de Daesh (grupo terrorista Estado Islámico, proscrito en Rusia) y de otros grupos radicales.
Al mismo tiempo, Shoigú declaró que "la Alianza mantiene su política anterior de rechazar todas las formas de cooperación práctica" con Rusia.
"En vez de unir los esfuerzos para luchar contra el terrorismo, la alianza proclamó a Rusia como la principal amenaza e incrementa su potencial militar cerca de nuestras fronteras", denunció el ministro.
Agregó que últimamente aumentó el número de las maniobras de la OTAN en Europa Oriental, y los mares Báltico y Negro que a menudo "tienen carácter antirruso".