El documento fue elaborado por la oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y la misión de las Naciones Unidas para Libia que siguieron las transmisiones del juicio, así como realizaron varias entrevistas.
Se trata, en particular, de "los períodos muy largos de la detención aislada de los acusados teniendo en cuenta las declaraciones sobre torturas que no fueron investigadas" detalladamente.
Los abogados también informaron que no pudieron a menudo reunirse cara a cara con los acusados, así como obtener el acceso a la documentación.
"El derecho a la protección también fue violado por el hecho de que ningún testigo de cargo fuera llamado a declarar, las acusaciones fueron anunciadas brevemente, así como el tribunal limitó a dos testigos por cada acusado", indica el informe.
Además, "el sistema judicial de Libia no permite presentar la apelación completa, sino sólo el recurso de casación".
El texto señala también que las autoridades libias deben imponer una moratoria a la pena de muerte y llevar a Seif al Islam Gadafi ante la Corte Penal Internacional de acuerdo con sus obligaciones internacionales.
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, tildó de "oportunidad pérdida" para los libios este juicio.