El primer lugar en el ranking lo ocupa el de la isla de Barra (Escocia). La peculiaridad de su pista es que se abre únicamente cuando hay marea baja. Solo aviones con características muy concretas pueden tomar tierra allí. Además, lo hacen directamente sobre la arena.
El aeropuerto internacional Princesa Juliana, ubicado en la isla de San Martín, en el Caribe, está en segunda plaza.
Aquí los aviones sobrevuelan las cabezas de los turistas que descansan en la playa. Su pista se ubica cerca de la línea costera y las montañas, de manera que las maniobras exigen extrema concentración de los pilotos.
El aeropuerto de Gibraltar es cuarto en la lista. El resto, por orden, está formado por los siguientes: Toncontín, en Tegucigalpa (Honduras); aeropuerto internacional de Madeira (Portugal); aeropuerto internacional de Wellington (Nueva Zelanda); aeropuerto Tenzing-Hillary (Nepal); Courchevel (Francia); aeropuerto Juancho E. Yrausquin, en la isla de Saba; aeropuerto internacional de Paro (Bután); aeropuerto internacional de Scíathos — Alexandros Papadiamantis (Grecia); y, por último, el aeródromo Ice Runway, en la Antártida.