"El conflicto de Armenia y Azerbaiyán representa una amenaza para toda la región", declaró Aliyev, citado por su servicio de prensa, durante un debate en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich.
El mandatario instó a "aunar esfuerzos y presionar a Ereván para liberar los territorios azerbaiyanos ocupados" y lamentó la ausencia de sanciones contra el país vecino.
Los conflictos se deben solucionar "a partir de un enfoque único, no se debeт permitir violaciones de la integridad territorial de países", insistió.
"La posición constructiva de Bakú consiste en una urgente solución del conflicto por la vía pacífica y cumpliendo con las resoluciones de la ONU", aseguró.
Bakú perdió el control sobre Karabaj y siete distritos adyacentes tras la escalada de las hostilidades entre 1992 y 1994.
Para impulsar una solución negociada del conflicto se instituyó en 1994 el llamado Grupo de Minsk, copresidido por EEUU, Rusia y Francia.
El conflicto experimentó una escalada a principios de abril pasado después de haber permanecido latente durante más de dos décadas.
Desde el 5 de abril se mantiene en la zona un armisticio frágil aunque los bandos del conflicto se acusan regularmente de violarlo.