"El mercado chino es muy prometedor para Europa. Por supuesto, se dan cuenta de los efectos negativos de la desindustrialización para EEUU, Gran Bretaña y la UE. Por lo tanto, el comercio mundial está entrando en una época de proteccionismo y China ahora está considerando su papel en este nuevo modelo de las relaciones que se cataloga por los expertos como un nuevo nacionalismo económico", explica el experto ruso.
De hecho, Pekín ahora se ha embarcado en un nuevo modelo de diplomacia económica destinada a que, por fin, se cumpla el artículo 15 del Protocolo de Adhesión de China a la Organización Mundial. El reconocimiento de China como economía de mercado por la UE resulta ser una especie de 'piedra en el zapato' en sus relaciones, dado el hecho de que dos días antes del encuentro en Bonn las tres economías más grandes del espacio comunitario —Alemania, Francia e Italia- instaron a Bruselas a endurecer las normas para las inversiones chinas en el bloque.
"Vemos que hay muchas discrepancias en la Unión Europea. Mientras tanto, estoy seguro que los mismos gobiernos nacionales de la UE se dan cuenta de que es necesario promover e intensificar la cooperación economico-comercial con China, por lo tanto, deberían también reconocer a China como economía de mercado", opina Jia Pujing, el experto de la Universidad Popular de Pekín.