"Decidimos poner en práctica un programa de ayuda humanitaria y de seguridad ambiental para nuestros hermanos y hermanas que viven en las zonas de Donbás controladas por Ucrania", reza el documento.
Se señala que en esos territorios "crece el riesgo de desastres tecnológicos, se paran plantas y fábricas, sigue cayendo el nivel de vida de la gente".
En el texto, Zajárchenko y Plotnitski exigen también garantizar un seguimiento del estado de las infraestructuras de ingeniería en las zonas controladas por Kiev para evitar que sus averías afecten a la población de las dos repúblicas autoproclamadas.
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En abril de 2014, Ucrania lanzó una operación militar en las provincias orientales de Donetsk y Lugansk donde se proclamaron repúblicas populares en respuesta al cambio violento del Gobierno ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
De acuerdo con la ONU, las hostilidades han provocado más de 10.000 muertos, mientras que 22.800 personas resultaron heridas.
