"Los platos rusos fueron un poco adaptados al paladar argentino, algunas especias se cambiaron, son recetas de mi madre, en su mayoría, el 90%, quien era la cocinera. Lamentablemente ella falleció hace un año y yo ahora trabajo con mi sobrino, quien me ayuda en la producción. A la noche salen los platos y yo los finalizo", contó con su fuerte acento ruso a Sputnik Dmitri Svetlichniy, dueño del emprendimiento familiar.
Svetlichniy y su madre nacieron en Rusia, en la zona fronteriza con Ucrania. Hace casi una década abrieron el restaurante como una parrilla más, típica de Argentina, en la que también se servían opciones rusas. "Hace un año y medio decidimos convertirnos en un restaurante de comida rusa exclusivamente", explicó.
Entre los pedidos más populares de los que visitan a El Molino Dorado están los dos tipos de pasta servidos en la casa, como los varéniquis, hechos con "un relleno de papas, que viene con pancetas y cebollitas tostadas, crema y hierbas aromáticas", según Svetlichniy.
"También destilamos vodka y hacemos cerveza. Una de las tres vodkas que hacemos y que tiene más éxito es la picante con miel. Está pensada para acompañar el plato principal y lleva jengibre, ají, miel y pimienta blanca", detalló.
La vista de la región campestre de La Calera, cercana a Bogotá, en donde se encuentra La Dacha, le agrega un plus al disfrute de los sabores eslavos.
Por su parte, en la Ciudad de México, el restaurante Kolobok fue más allá de servir platos típicos. El restaurante que cuenta con dos sucursales en la capital mexicana ofrece también una tienda de artesanías rusas, en donde se pueden comprar, por ejemplo, las famosas muñecas rusas 'matrioshkas'.
Además, su página en Facebook se dedica a promover la cultura eslava y noticias sobre Rusia. En una de sus publicaciones, se enseña la verdadera forma de tomar vodka.