La original idea surgió en la Comercial San Agustín, una empresa de Viña del Mar dedicada a la venta y distribución de artículos de limpieza. Mientras sucedían los terribles incendios que arrasaron con más de medio millón de hectáreas, la empresa planeaba el lanzamiento de un jabón líquido para ropas.
El nombre surgió en una conversación entre Sepúlveda, 'digital planner' de Comercial San Agustín, y Anita Pino, propietaria del negocio. Ambas coincidieron en que necesitaba ser un nombre "que pegue".
Fue entonces que dieron con el poderoso nombre: Luchín, el mote con el que el pueblo chileno bautizó cariñosamente al avión Ilyushin Il-76 del Ministerio de Emergencias ruso que sofocó parte de los incendios forestales que azotaron el país sudamericano.
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"Súper Luchín nace en el fondo inspirado en el avión ruso, que junto con el SuperTanker eran la esperanza del pueblo chileno, en un momento de caos con más de 200 focos de incendios. La gente estaba esperando los aviones con pañuelos afuera del aeropuerto. Tratamos de rescatar eso y quisimos ponerle al detergente Súper Luchín como una forma de homenajear y agradecer en el fondo la ayuda internacional que recibimos de Rusia", explicó Sepúlveda.
Esta periodista y estudiante de Estrategia y Creatividad Digital de la Universidad de Barcelona fue quien diseñó la etiqueta y dio forma conceptual al producto que se distribuirá a supermercados y empresas.
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"Estamos muy enfocados en las redes sociales, que fue donde más tuvieron más impacto estas naves. Nosotros veíamos que el Gobierno no tenía muchos gestos de agradecimiento con esta ayuda, entonces nos propusimos recoger lo que siente la gente y crear a Súper Luchín: es un súper avión, súper héroe, musculoso, fuerte, simpático y chileno", comentó la comunicadora.
La "fortaleza y grandeza" del Ilyushin "es todo lo que esperaba el pueblo chileno para terminar con la tragedia que estaban viviendo las familias en el centro y sur del país", indicó la chilena. Más de medio millón de hectáreas tomaron fuego e incluso una comuna entera, Santa Olga, fue devastada por completo debido a la conflagración.
La Comercial San Agustín también pensó en las víctimas del incendio, ya que se espera que un porcentaje de las ventas sea destinado a este público.
Por si el SuperTanker estadounidense quedó celoso del homenaje al potente aeroplano ruso, una compañía de alimentos diseñó un helado inspirado en la nave estadounidense. Se trata de un sorbete de la firma Fruna, con forma de avión y sabor a frambuesa y piña.
