Durante la prueba, el misil de Pyongyang voló durante cerca de 500 kilómetros, alcanzando una velocidad hipersónica de 8,5 Mach, antes de caer en el mar.
Según Corea del Sur, el misil fue lanzado en un ángulo de 89 grados, lo que limitó su rango de vuelo. En caso de que el proyectil sea disparado en un ángulo menor, el misil podría volar una distancia mucho mayor.
Además, la nueva arma norcoreana usa combustible sólido, lo que reduce significativamente el tiempo de preparación a menos de diez minutos. Esta 'agilidad' en la preparación del lanzamiento podría dar al traste con los planes para detectar y destruir los misiles norcoreanos antes de que estos sean lanzados.
EEUU, Japón y Corea del Sur, por su parte, pidieron que el Consejo de Seguridad de la ONU se reuniera con carácter urgente para abordar este nuevo desafío a las resoluciones internacionales que prohíben a Pyongyang efectuar pruebas nucleares y de misiles balísticos.
En 2016, Corea del Norte lanzó más de 20 misiles balísticos —incluyendo misiles Musudan de rango intermedio— y realizó el lanzamiento simultáneo de tres proyectiles Rodong con un alcance de 1.300 kilómetros que cayeron en el mar dentro de la zona económica exclusiva de Japón, cerca de Hokkaido.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 13 февраля 2017 г.