Las manifestaciones empezaron después de que la policía se excediera en el uso de la fuerza durante la captura de un joven sospechoso de haber avisado a unos vendedores de droga sobre la llegada de los oficiales.
Los uniformados golpearon al joven con sus garrotes y se burlaron de él. Esto genero la indignación de un alto número de habitantes parisinos.