"Comenzó en el municipio de Cabezas, al sur de Santa Cruz, y se ha desplazado hacia Charagua (más al sur) y hacia el oeste ha llegado a los municipios de La Guardia y El Torno, a 30 kilómetros de la ciudad", explicó el empresario.
"Se ve una preocupación al más alto nivel", dijo Osinaga.
Tanto el empresariado como el Estado cuentan con los recursos económicos suficientes para frenar el avance de los insectos, que hasta el momento atacaron al menos 1.200 hectáreas de cultivos.
"Ya sabemos que no podemos eliminar la plaga, por lo que se está haciendo un anillo de seguridad para evitar que se expanda hacia plantaciones mayores", afirmó el gerente de la CAO.
Además de la fumigación aérea intensiva, se está difundiendo información adecuada a través de boletines impresos para que los agricultores sepan qué hacer si se presenta un ataque de langostas.
"El año pasado tuvimos una sequía muy fuerte y se han registrado altas temperaturas, por lo que no se descarta que las langostas hayan escapado del frío en la parte norte del territorio argentino", sostuvo el empresario.
Sin embargo, agregó, es también posible que la plaga "haya eclosionado en nuestro territorio porque existen zonas vulnerables a este tipo de insectos".
El miércoles, el Gobierno declaró en emergencia fitosanitaria el departamento de Santa Cruz y destinó más de 700.000 dólares para enfrentar la plaga.