La expedición dio comienzo en octubre en la capital rusa como "un acto artístico". Sus organizadores y participantes, seis jóvenes artistas rusos, tenían en principio por objetivo rodar una película sobre la música independiente asiática, aunque resultó que su propio viaje se convirtió en una epopeya sin precedentes.
"¿Por qué exactamente Bali? Por la simple razón de que un artista, un músico, siempre está buscando un contexto creativo para su arte. Para nosotros este viaje es un acto artístico, mientras que, de hecho, la propia expedición sirve para contextualizar nuestras obras", explicaron los jóvenes en una entrevista a Sputnik.
Lo curioso es que todo el viaje del grupo Vosjod se llevó a cabo en dos automóviles GAZ-24 Volga de 1974. Los aventureros los repararon completamente para darles una forma apropiada para un camino tan largo y difícil, dado que tuvieron que recorrer 24.000 kilómetros y traspasar selvas, montañas, plantaciones de té y superpobladas ciudades asiáticas.
"[Elegimos] El Volga porque es un símbolo de la cultura, de una época, del romanticismo soviético… Mi abuelo tenía un coche similar, y también mi padre. Para nosotros es importante y representa una cierta autoidentificación", compartieron los viajeros.
Durante su travesía, Vosjod dio unos 40 conciertos en varios lugares de la ruta, incluido el Tíbet, cuyos habitantes "nunca habían oído nada semejante". Según los músicos, los conciertos resultaron ser más espectaculares y redondos precisamente en las localidades pequeñas, pero también en China y Laos, donde "perdura un gran respeto a la cultura rusa".
"Por supuesto, el nombre Vosjod no es casual, y significa [para nosotros] renovación. El mundo está cambiando, está despedazándose, y un nuevo amanecer es lo que tanto necesitamos", declararon.