"La decisión de Israel de legitimar los asentamientos de los colonos israelíes en Cisjordania amenaza los esfuerzos de restablecer el proceso de paz", detalla el texto de la Cancillería.
La Kneset (Parlamento israelí) aprobó el 6 de febrero, por 60 votos a favor y 52 en contra, la legalización retroactiva de casi 4.000 viviendas de colonos judíos construidas en tierra palestina privada.
El derecho internacional señala que todas las colonias en territorio palestino son ilegales.
La Ley Regularización rompe con casi 40 años de veredictos de la justicia israelí contra la construcción de casas en tierras de propiedad privada de palestinos y supone la primera vez que la Kneset legisla sobre Cisjordania, donde rige la ley militar.
Este territorio palestino ocupado se encuentra fuera de la soberanía israelí y de la jurisdicción del Parlamento.
La luz verde a la ley es un hecho sin precedentes que las fuerzas de la oposición consideran el primer paso hacia la anexión de facto de Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.
La norma permitirá declarar propiedad estatal la tierra palestina sobre la que se hayan construido los "outposts" y negará a sus dueños legítimos el derecho a usar o mantener la propiedad de sus terrenos hasta que haya una resolución diplomática sobre el estatus definitivo de los territorios palestinos.
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El propósito de la ley, que incluye compensaciones para los dueños de las tierras, es "regular los asentamientos en Judea y Samaria (nombres bíblicos para Cisjordania) y permitir su continuo establecimiento y desarrollo".