"La ONU se siente preocupada porque casi 1,8 millones de habitantes de Alepo y de la zona rural del este de Alepo no tienen acceso a la fuente principal de agua, actualmente bajo control de Daesh", explicó Dujarric a la prensa.
Daesh o autoproclamado Estado Islámico, es una organización terrorista proscrita en Rusia y otros países.
Dujarric comentó que el domingo pasado –por primera vez desde septiembre de 2016– un convoy conjunto de la ONU, la Cruz Roja Internacional y la Media Luna Roja Siria llevó alimentos, fármacos y otros productos necesarios para 84.000 personas que viven en Talbis, una zona de difícil acceso en los suburbios de Homs.
"Ese convoy ha sido el primero en cruzar la línea de separación en febrero, y solo el segundo en 2017", constató el representante de la ONU.
Un día después la tregua fue apoyada por la resolución 2336 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Más tarde, los días 23 y 24 de enero, Irán, Rusia y Turquía acordaron durante las conversaciones celebradas en Astaná implementar un mecanismo trilateral de control sobre el alto el fuego en el país árabe.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Según datos de altos cargos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.