"Es difícil imaginarse la cooperación en este ámbito en el momento álgido que atraviesan nuestras relaciones bilaterales", dijo Riabkov.
En la entrevista a la revista Índice de Seguridad, el diplomático destacó también que Moscú sigue con atención la posible revisión y actualización de la estrategia militar de Washington en el mundo y, en particular, en Europa.
"Necesitamos más información y evaluaciones más precisas sobre el vector por el que EEUU pretende avanzar", añadió.
"Es posible que se haga hincapié en la defensa territorial de la parte continental de EEUU, pero en general creo que la administración republicana, siguiendo la tradición de las administraciones anteriores, seguirá reforzando la defensa antimisiles", agregó Riabkov.
La OTAN sigue adelante con el emplazamiento de armas antimisiles estadounidenses en Europa.
A mediados de mayo de 2016 el bloque militar puso en marcha el sistema estadounidense Aegis Ashore en la base rumana de Deveselu, unos 600 kilómetros al oeste de la península rusa de Crimea.
EEUU planea construir una estructura similar con radares y misiles interceptores en Polonia, en la base de Redzikowo, a unos 180 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado.
Comienza el despliegue del batallón de la #OTAN en #Polonia https://t.co/PJbD5d3d7u pic.twitter.com/yXtXjjuPNm
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 22 de noviembre de 2016
Las relaciones entre Washington y Moscú sufrieron un notable deterioro en los últimos años.
Desde 2014, EEUU puso en marcha varios paquetes de sanciones sectoriales e individuales contra Rusia por su supuesta intromisión en el conflicto interno ucraniano.
El distanciamiento se acentuó en septiembre de 2016 cuando las dos potencias no lograron un alto el fuego duradero en Siria.
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