Las nuevas construcciones se enmarcan en la continuación del programa gubernamental "Minha casa, minha vida" ("Mi casa, mi vida"), que puso en marcha el gobierno de la expresidenta Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores) y se convirtió en una de las banderas de su gestión.
A partir de ahora podrán acogerse al programa habitacional del gobierno federal las familias que tengan una renta mensual de como máximo 9.000 reales (2.880 dólares) mensuales.
Hasta ahora el límite de renta familiar para poder optar a una vivienda protegida era de 6.500 reales (2.080 dólares).
En la presentación de las novedades del programa el presidente Michel Temer (Partido del Movimiento Democrático de Brasil) dijo que Brasil estaba entrando en un clima de "optimismo y confianza".
En su opinión los signos de la recuperación económica ya se notan "suavemente" y serán más claros a partir del segundo semestre del año.

