Los nuevos contratos, ante todo con Rusia, Israel y Francia, se pusieron en marcha tras el ataque terrorista a una base del Ejército indi en Uri, norte de Cachemira, que costó la vida a 19 soldados a mediados de septiembre pasado.
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Con empresas de defensa rusas, según el periódico, se cerraron 10 transacciones por unos 863 millones de dólares que prevén el suministro de repuestos y municiones para los aviones Su-30, MiG-29, IL-76 e IL-78, así como para los carros de combate T-90 y T-72, cohetes para lanzaderas Smerch y misiles para sistemas antitanque Konkurs.
"Las adquisiciones de emergencia evitarán a los militares la necesidad de presentar al gobierno largas listas de compras tras cada ataque terrorista, y les permitirán mantener la disponibilidad operacional frente a diferentes contingencias", dijo una fuente.
Según las normas operacionales, las existencias de material de guerra deberían alcanzar para 30 días de intensos combates y otros 30, de combates "normales", pero el Ejército indio no cuenta con tales reservas, escribe el periódico.