En el mismo grupo se encuentran otros idiomas de la familia de las lenguas eslavas, como el búlgaro, el checo, el polaco, el serbio, el eslovaco y el ucraniano. Asimismo, la cuarta categoría incluye a idiomas tan diversos como el albano, el griego, el islandés, el farsi, el turco y el zulú.
La categoría de los idiomas más difíciles, que exige un mínimo de 88 semanas de estudio (2.200 horas), está compuesto por cinco idiomas: el árabe, el chino cantonés, el chino mandarín, el japonés y el coreano.
Es necesario aclarar que la lista está enfocada en hablantes nativos del inglés: un hablante cuya lengua materna sea el japonés tendrá muchas más facilidades a la hora de aprender mandarín o coreano, mientras que un hablante ruso no necesitaría tantas horas para aprender una lengua eslava, como el serbio o el ucraniano.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 15 июня 2016 г.
En el caso de los hablantes hispanohablantes, nuestras "facilidades" idiomáticas son más cercanas a las de los angloparlantes. El portugués, el catalán, el francés y el italiano están entre las lenguas que se nos dan más fácilmente; sin embargo, a diferencia de los anglosajones, también podríamos incluir en esa lista al griego, de acuerdo con muchos de los estudiantes de esta lengua, gracias al vocabulario en común de los dos idiomas y a las facilidades fonéticas que presenta para los portadores de la lengua de Cervantes.