En esta prueba de colisión frontal, la consola de dirección del Rover colapsa en la cabina del coche, enviando el airbag más allá de la cabeza del conductor ficticio, inflado, pero totalmente inútil.
El Euro NCAP dio a este coche una estrella en el renglón de seguridad del conductor. Rover falló en casi todas las áreas de protección de los ocupantes por "intrusión excesiva e inestabilidad del habitáculo". No obstante, recibió una nota más alta de la promedio para la protección de peatones.
Por su parte, el Honda obtuvo puntuaciones mucho más altas en todos los aspectos. En el vídeo, se puede ver la zona deformable en acción: la capota frontal se aplasta para absorber la fuerza del golpe, lo que protege a las personas en su interior.