"Hay muchos intereses en juego, existe una amenaza de una catástrofe humanitaria y ecológica", dijo Hug durante una rueda de prensa realizada en Kiev.
Para Hug, los dos bandos todavía pueden garantizar un retorno a la normalidad y al cese del fuego.
"En mi opinión, ese régimen de silencio local y temporal demuestra que aquellos que dan la orden de comenzar los ataques, y aquellos que las cumplen, podrían ponerle fin, si quisieran", aseguró.
Las milicias y los militares ucranianos denunciaron en los últimos días un agravamiento del conflicto en el este del país, con un fuerte incremento de los tiroteos.
La misión de la OSCE en el país eslavo también informó de la grave situación en Yasinovátaya, bajo control de las milicias.
Moscú ya expresó su extrema preocupación por los ataques desproporcionados del Ejército ucraniano que socavan los acuerdos de Minsk.
Según el Kremlin, Rusia dispone de informaciones fidedignas de que la ofensiva en la zona de Avdéevka fue lanzada por grupos paramilitares ucranianos con el apoyo del Ejército regular.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 3 de febrero de 2017