"Estamos considerando una cuestión muy simple: ¿nos fiamos de la gente o no?", demandó el ministro del Brexit, David Davis, al presentar en la cámara de los Comunes su 'Proyecto de ley de la Unión Europea (Notificación de retirada)'.
La primera ministra ha sido forzada a recabar el respaldo de ambas cámaras del Parlamento de Westminster en la sentencia de Tribunal Supremo del pasado 24 de enero
May podría invocar el artículo de salida de la UE el próximo 9 de marzo si la tramitación parlamentaria mantiene su curso dentro de los acelerados plazos adelantados por el representante gubernamental en la cámara Alta, Lord Taylor.
"Los ojos de la nación recaen en esta cámara mientras consideramos este proyecto de ley", resaltó David abriendo el debate.
El ministro aludió al percibido escepticismo del electorado sobre la honestidad y fiabilidad de los políticos y recordó la decisión mayoritaria a favor del Brexit emitida en el plebiscito de 2016.
"Concedimos a la gente la oportunidad de determinar el futuro en un referéndum, ahora debemos honrar nuestra parte del acuerdo y votar para ejecutar dicho resultado", instó Davis.
El proyecto de ley salvará muy probablemente esta primera fase parlamentaria, que culmina el miércoles 1 con una serie de votos en los Comunes.
Destaca entre ellas la propuesta laborista para garantizar a Westminster "un voto significativo" sobre el acuerdo 'de divorcio' que el Ejecutivo obtenga de los 27 líderes de la UE.
Se trata de asegurar que los diputados tengan "la primera, no la última, palabra" sobre el pacto y con anterioridad a su aprobación por el Consejo y el Parlamento europeos, según demandó Keir Starmer, el portavoz laborista en cuestiones Brexit.
"Somos internacionalistas, somos europeístas y, ante todo, somos demócratas", dijo en una emotiva intervención.
Starmer remarcó así la decisión del líder laborista, Jeremy Corbyn, de "respetar la voluntad de los británicos" votando a favor de la activación del Brexit.